VANDALISMO




El concepto de vandalismo va asociado al de fenómeno urbano, de tal forma que se traduce como la agresión, generalmente en grupo, de carácter urbano con el fin de producir de forma voluntaria y gratuita daños materiales. Este tipo de violencia se proyecta sobre papeleras, paradas de autobús, vehículos públicos y privados, cabinas telefónicas, fachadas de edificios y, en definitiva, sobre todo aquello que se ponga o interfiera en su camino

lunes, 21 de noviembre de 2011

GRAFFITI: ARTE Y VANDALISMO


Por: albertho 
Desde hace ya varios años en Puerto Rico ha surgido una aceptación y tolerancia para con el Graffiti. Hoy en día el Graffiti puertorriqueño y sus artistas se pueden ver y apreciar dentro de museos, galerías, ferias de arte nacionales e internacionales tales como la Feria de Cultura Urbana (FCU) y CIRCA, bienales dedicadas al arte urbano tales como Graphopoli creada por el Museo de Arte de Puerto Rico y hasta en colecciones privadas. Ahora bien con esta gran aceptación llega la oposición, la resistencia y el mismo debate ya aburrido de que si el Graffiti es arte o vandalismo. Para intentar poner fin a este debate y crear nuevas interrogantes, yo presento el graffiti como los dos: arte y vandalismo.  ¿Y quien soy yo para poder hacer este tipo de comentario? Yo soy un artista plástico, yo soy un “writer” o graffitero, yo estoy ahí en medio de ese debate.
Hay una línea bien fina que para muchos divide al graffiti como arte o crimen y vandalismo. El graffiti nació y vive en las calles y es ahí en donde el espacio privado y el espacio público coinciden. Es en este punto de encuentro en donde comienza el dilema. Sin importar la calidad del artista y su obra, el graffiti creado sin ningún tipo de permisos por      parte del dueño de la propiedad privada es, sin duda algún vandalismo. El vandalismo, la destrucción y la falta de respeto van agarrados de la mano. Está claro que cualquier acto llevado acabo sin permiso en un espacio privado es ilegal. Su ilegalidad  fue y es hoy en día para muchos una fuerte razón para descartar el graffiti como arte. Pero,           ¿desde cuándo la ley determina lo que es Arte y lo que no lo es? ¿Desde cuándo el espacio que ocupa una obra determina su legitimidad como arte?
Antes de seguir quisiera definir lo que es Graffiti. Una definición amplia sería: cualquier escritura, dibujo, rayazo o garabato sobre cualquier superficie, creada con la utilización de cualquier tipo de medio. Osea, si nos dejamos llevar por esta definición todas las personas en el mundo son o tienen el potencial para ser graffiteros. Es por eso que hago la aclaración de que cuando hablo de Graffiti hablo del primer elemento de la Cultura “Hip-Hop”, hago referencia directa al arte de estilizar letras que surge en los años sesenta en la ciudad de Nueva York, cuando jóvenes negros y latinos en su mayoría puertorriqueños de bajos recursos económicos, pintaban sus nombres en las calles y trenes de la ciudad en busca de respeto y reconocimiento por parte de sus colegas o para sólo pasarla bien entre amigos. Estoy hablando de Graffiti no de Arte Urbano o “Street Art” en general.
Ahora bien, si en el  espacio privado, sin los permisos correspondientes, este arte se convierte en vandalismo y crimen, ¿qué pasa con el graffiti en el espacio público? Pero primero, ¿qué es el espacio publico? ¿Existe tal espacio?
El lugar en donde todos tenemos derecho de transitar, andar, pasear y deambular entre otras cosas, se le llama espacio público.  Algunos edificios, carreteras, calles, parques y plazas son identificados como tal. Todos estos espacios públicos son administrados por el gobierno y su burocracia; por tal razón el graffiti en este espacio se ve necesitado de permisos para poder existir y no ser catalogado como vandalismo y sus artistas como criminales. Pasa exactamente lo mismo que en el espacio privado. Entonces si el espacio público se rige por leyes gubernamentales utilizadas a conveniencia; ¿cuál es y quién determina el  espacio adecuado para este tipo de arte? ¿Cuáles son nuestros derechos dentro de este espacio?
Que quede claro que en el espacio publico y privado hay graffiti malo y hay graffiti de calidad, en el espacio público y privado hay vandalismo y hay vandalismo de calidad artística. ¿Y quién dice que el graffiti es arte? Lo dijo el primer individuo que habló del arte como un medio con el cual el ser humano puede expresares y ser creativo. Lo dijo el primer individuo que reconoció la pintura como arte. Una pieza o mural de graffiti bien ejecutado contiene todas las características de una buena pintura. Desde las leyes de composición, perspectiva y hasta los contrastes de color.
El graffiti nunca pierde su condición como arte cuando es creado ilegalmente, más bien gana (agraciada o desgraciadamente) otra característica que lo convierte en vandalismo y ya en su estado de vandalismo logra transformarse en algo mas allá de un garabato, está diciendo algo, está  marcando un espacio abandonado, en desusó ,olvidado, marginado y con potencial. El graffiti ilegal o vandalismo toma un rol de carácter social cuando es algo creado con esa intención, cuando es algo pensado. (Ay) que recordar que el origen del Graffiti fue en su totalidad ilegal y de imposición, el graffiti estaba donde no lo querían, en donde la belleza artificial hacía alardes sobre ella misma, donde se pretendía desplazar a los pobres y crear ciudades, espacios públicos y privados para los ricos (tal y como pasa en Santurce, Puerto Rico), donde jóvenes reafirmaban su existencia en una enorme y compleja ciudad que a diario les decía y les hacía creer que ellos no tenían ningún tipo de control.
Algunos graffiteros piensan que el Graffiti al haber nacido ilegal, si algún día muere, debe morir ilegal; otros entienden que esos tiempos ya pasaron y que para llevar acabo este arte hoy en día y velar por su preservación (ay) que trabajarlo con los respectivos permisos que la ley exige. Muchos graffiteros están toda una vida practicando el graffiti legal y el vandalismo, simultáneamente. Lo cierto es que (ay) graffitis indeseables que nadie soporta, que no aportan nada, que no están en los lugares adecuados y nadie quisiera ver, ni siquiera los mismos graffiteros serios y dedicados (y en Puerto Rico (ay) muchos), pero eso pasa en todas las ramas del arte. En el arte y sus vertientes se ven artistas excelentes, buenos, menos buenos y desordenados, pero no dejan de ser artistas y su progreso personal  ha de confirmarlo.
En estos tiempos no es nada de fácil ser joven y no es nada de fácil ser artista y graffitero. Los policías son cada vez más agresivos, menos tolerantes, las leyes son fuertes y se utilizan a discreción y conveniencia. Los precios de las latas de aerosol ascienden desde $7.00 a hasta $15.00 cada una. Para muchos practicar este arte se convierte en un lujo. Esto lo digo para que la próxima vez que vea un graffiti en la calle (ya sabiendo que es Arte y vandalismo y por que) no se preocupe si está lindo o no, o si está en el espacio adecuado, sino para que piense en las posibilidades del mismo y reconozca los méritos que se merece ese artista o ese “vándalo’’ tan talentoso. Lo digo para que se pregunte cuán eficiente son las leyes que protegen el Arte, el artista y al graffitero, ya que a la hora de fiscalizarlos las mismas no fallan. Para que se pregunte usted mismo: ¿Quiénes determinan lo que es Arte? ¿Dónde se encuentra realmente el espacio público? ¿Verdaderamente, de quién es este espacio?  Para que se ponga los zapatos de un joven tratando de expresarse, cuando sus recursos son cada vez más limitados, en un país regido por un gobierno que ha dejado claro que no le importa, no le interesa, ni respeta la cultura.

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